Extraído de Contra Info
Prisión de Génova 20 días de aislamiento– 2 de julio de 2012
¿Terrorista? ¿Ideólogo? ¿Estudiante? ¿Promotor? ¿Seguidor? ¿Filósofo?
Esta es una una breve lista de categorías y etiquetas preparadas y vomitadas a toda prisa por el Estado y sus medios de masas. Sin embargo, definirme es una tarea que, si fuese necesario, solo le incumbe al abajo fimante. Antes de nada, como individualidad anarquista, solo yo puedo juzgar y valorar lo que hago y cómo actúo. Me posiciono en un conflicto constante contra todo lo existente y reivindico mi independencia de pensamiento y de juicio y rechazo los roles de guía o de gregario, de promotor o de seguidor de cualquier experiencia anarquista, colectiva u organizada. Últimamente, me he puesto a traducir y a difundir textos,
cartas, contribuciones, comunicados, panfletos y
crónicas judiciales de lxs muchxs compañerxs presxs del mundo. Todo lo
que he hecho lo he realizado en un principio para mí, porque me interesa
conocer la realidad anarquista y revolucionaria en el mundo, y también
para difundir estas experiencias en el contexto italiano. Mi inquietud
por implicarme en esta actividad editorial ciertamente no fue en
absoluto una tarea dada o un papel a cumplir en el seno de algún grupo,
sino la realización de un sentir individual. Por lo tanto, acerca de lo
que me atribuyen los represores con y sin toga, considero fundamental
poner en primer lugar mi coherencia y rechazo papeles y afiliaciones que
no tienen nada que ver con mi individualidad ni con mi actividad
editorial. No obstante, no me sorprende nada de lo sucedido, de hecho,
aumentan los intentos de fabricar teorías acusatorias sobre las
denominadas “asociaciones delictivas”, ténganse en cuenta los recientes
casos italianos o foráneos, para hacer frente a los crecientes ataques
contra el dominio. Son ejemplificadores el “caso bombas” en Chile o las
distintas fabricaciones, en Grecia, de presuntos grupos terroristas
anónimos, excusas para usar leyes ad hoc y encarcelar a anarquistas que,
a menudo, ni se conocen entre ellxs. El Estado, atacado de modo
imprevisible, intenta histéricamente llevar a cabo su propia vendetta,
golpeando a sus oponentes mediante presiones judiciales y el uso
instrumental de los medios de información. La represión se suma a las
duras condiciones de las prisiones, reservadas a lxs enemigxs de
siempre, el aislamiento se convierte en una práctica sistemática
orientada a la aniquilación del/ de la presx. Así que, también en la
cárcel, se corre el riesgo de que el virus de la insubordinación y el
amotinamiento se difunda. Lo que pasó el 13 de junio demuestra el
interés de atacar a compañeros ya presos desde hace años, agravando así
los cargos de los procesos y alejándolos de la libertad, intentando
delinear entendimientos y afinidades hasta con individualidades que ni
se conocen, al menos, por lo que a mí respecta. Por otro lado, para
confirmar siempre mi irreductible individualidad y la naturaleza de mi
actividad editorial, no puedo aceptar la definición de “instigador”,
papel que minaría tanto mi autonomía como la de tantxs compañerxs
anarquistas que forman parte del multiforme debate anarquista por todo
el mundo. Entre individualidades bien conscientes del propio yo, no hay
necesidad alguna de instigar nada. Todx anarquista, gracias a la
reapropiación progresiva de sí mismx, es capaz, sin duda, de discernir y
plasmar sus ideas y acciones de modo individual sin necesidad de que lx
alienten o dirijan.Esta es una una breve lista de categorías y etiquetas preparadas y vomitadas a toda prisa por el Estado y sus medios de masas. Sin embargo, definirme es una tarea que, si fuese necesario, solo le incumbe al abajo fimante. Antes de nada, como individualidad anarquista, solo yo puedo juzgar y valorar lo que hago y cómo actúo. Me posiciono en un conflicto constante contra todo lo existente y reivindico mi independencia de pensamiento y de juicio y rechazo los roles de guía o de gregario, de promotor o de seguidor de cualquier experiencia anarquista, colectiva u organizada. Últimamente, me he puesto a traducir y a difundir textos,
Me pareció importante escribir todo esto para dejar clara mi posición
tanto a lxs que están fuera como a mis coacusadxs, presentándome de tal
forma que hasta quien no me conozca pueda relacionarse conmigo si lo
desea. Desde luego que no será el cautiverio o el aislamiento al que
estoy sujeto lo que me haga renegar de mi identidad o menospreciar lo
que he hecho, el dominio no obtendrá mi rendición. Este encarcelamiento
político será una ocasión para reforzar mi coherencia y mi dignidad,
sabiendo que tantxs enemigxs de lo existente están de mi parte. ¡Sé que
no estoy solo!
Mando cariño y fuerza a todxs mis coacusadxs, aunque nunca he
intercambiado una mirada con muchxs de vosotrxs, ¡estoy seguro de que el
mismo fuego nos ilumina los ojos! Expreso mi solidaridad con lxs
miembros presxs de la Conspiración de Células del Fuego atacadxs de
nuevo por las autoridades italianas, ¡seguid fuertes, como habéis hecho
hasta ahora! ¡Siempre con la cabeza alta!
¡Honor a todxs lxs compañerxs caídxs siguiendo
el camino multiforme de la anarquía!
el camino multiforme de la anarquía!
¡Solidaridad con todxs lxs presxs anarquistas en el mundo
secuestradxs en las mazmorras de la democracia!
secuestradxs en las mazmorras de la democracia!
¡LARGA VIDA A LA ANARQUÍA!
Giuseppe Lo Turco
No hay comentarios:
Publicar un comentario