martes, 22 de mayo de 2012

Reflexiones acerca de la prisión de David, obrero del Taxi (2da entrega).

    Ya hace más de una semana que David está preso. Para nosotros, sus amigos, sus compañeros, el tema ha sido la preocupación central en toda ésta semana. No así para el resto de la sociedad.
    A la sociedad, o mejor dicho, a los medios masivos de comunicación, “formadores de opinión” o que “imponen” la opinión (¿impostores de opinión?), les preocupa un sólo tema -además del fútbol, claro-, la VIOLENCIA.


    Y es por eso que la condena a David se ha enmarcado dentro de un delito de violencia y no de actualidad política, presentado como un delito policial común, que no merece mayor relevancia que la poca que tuvo en su momento. No se le reconoce ni su carácter político, ni lo desmedido de la pena, por un espejo y dos cubiertas rotas, de 3 meses a 3 años de prisión.
    Es que la sociedad vive una escalada de violencia sin precedentes. Mientras los índices macro económicos indican que estamos mejor que en el primero mundo, la gente se mata cada día más por dos mangos. ¿Cómo lo explican Olesker y Mujica?, para Bonomi, simplemente no tiene explicación y hay que reprimir, lamentablemente, claro.
    El tema del momento, lejos de ser la existencia de presos políticos en los gobiernos de izquierda, fue el asesinato del trabajador de La Pasiva en manos de los “menores infractores”.
Los menores, usaron el dinero para comprarse ropa y championes en el shopping. Sin duda, estos jóvenes estaban correctamente socializados.
    O acaso, ¿la misma televisión que los condena en sus informativos centrales no es la que pasa horas y horas de reclames incitando al consumo ilimitado? Super-producciones televisivas para vendernos más y más productos; ropa, celulares, desodorantes, comida basura, etc, etc.
    El tan temido “plancha” es el producto por excelencia de la sociedad capitalista, un joven de los estratos sociales bajos que no se resigna a su condición y emula las pautas de consumo capitalistas. Es un joven que ha interiorizados perfectamente las metas de esta sociedad; el CONSUMO ILIMITADO.
    Solo que también ha tenido la suficiente inteligencia para comprender que trabajando es imposible obtenerlo. Acaso esos mismos canales de televisión, cuando no pasan reclames, ¿no están pasando películas ultraviolentas de robos, asesinatos y tiroteos espectaculares? ¿Y qué esperan? ¿Que los jóvenes vean eso todo el día y de allí concluyan que hay que trabajar honradamente para mantener una familia?
    Así la sociedad “repudia la violencia” y David es acusado de violento. Es más, es difamado, ya que han salido titulares de diarios acusándolo de golpear a “la taxista”. Así que además de violencia, violencia de género. No importa desentramar las causas de porqué ya han muerto varias mujeres en manos de sus parejas este año, o porqué han sido asesinadas cuatro mujeres trans en lo que va del año. No, la violencia de género vende -no su solución o causas-, así que va David para la olla. No importa que la taxista haya declarado que no la agredieron físicamente, sino sólo a su coche. (Ver sus declaraciones en: http://www.youtube.com/watch?v=8QEJM6kDOz8&feature=related).
    La mayoría de la gente, aparentemente, ya que “repudia la violencia”, considera que está bien que David esté preso. Pero, ¿cómo puede alguien que repudia la violencia estar de acuerdo con que haya alguien preso? No importa que los presos del Comcar estén durmiendo al aire libre desde el pasado motín, en condiciones higiénicas denigrantes, con escasos alimentos y sufriendo apaleamientos diarios. Mientras en el resto de los pabellones se hacinan 11 presos por celdas de 2,5×3 metros. ¿Esa violencia no es tan grave?
    ¿Y las condiciones de trabajo de la mayoría de la población? En los supermercados, en las empresas de limpieza, en todos los empleos no calificados no existen los mínimos derechos laborales, ¿Esa violencia no se ve? ¿No cuenta?
    O en el caso del taxi, ya que éste asunto debe comprenderse dentro de la problemática obrera y en rubro de las empresas del taxi en particular; la casi totalidad de trabajadores en negro en el interior, la violación constante de los convenios vigentes, el millón de pesos que la patronal les debe a las compañeras radio operadoras, las operadoras de radio taxi trabajan hacinadas, en una pieza sin ventilación, expuestas a la radiación que emana de los equipos de comunicación y con plagas de pulgas (todas denuncias ya realizadas por el sindicato). Como las denuncias realizadas cuando a Dourado -presidente de la patronal del taxi- se le ocurrió fumigar el lugar con las compañeras adentro, envenenándolas y provocándoles serios trastornos respiratorios. O las otras denuncias que también hizo el sindicato por los trastornos auditivos provocados por las descargas del mal funcionamiento del afamado sistema de GPS.
    Pero esa violencia no cuenta, porque no se ve. Porque no la pasan en el informativo central.
    Existe la violencia “real” que declara el informativo, pero la otra violencia, la cotidiana, no la del temor a que te roben la cartera o la caja del día. La del temor que nos roben la vida entera trabajando para otros sin ver los resultados, esa violencia, no está. No la reconoce ni Vidal, ni Traverso, ni Aldo Silva, ni nadie.
    Mientras las movilizaciones pidiendo “más seguridad” son ampliamente televisadas, otras gozan de un silenciamiento, de un ninguneo casi absoluto. Porque mientras todos piden “seguridad”, piden más gente presa. Nosotros, a contra-pelo pedimos que suelten a un preso, al que atentó violentamente contra un taxi.
    Quienes incitan constantemente al consumo ilimitado y a la apología de la violencia espectacular, nos dicen que David, que rompió un espejo y dos gomas es un delincuente.
    ¿Pero porqué los trabajadores del taxi tienen que hacer jornadas de 12 horas si desde 1916 la jornada de 8 horas está decretada por ley? ¿El patrón que se roba esas 4 horas sin pagarlas como extras ni dar la posibilidad al obrero de no hacerlas no es un delincuente?
    ¿Por qué si las preguntas en el juicio fueron acerca del carácter político e ideológico sobre el acto en el que estaban participando, se lo quiere pasar como un preso común? ¿Por qué es Oscar Dourado, quien tras el primero de Mayo sale en la prensa pidiendo medidas represivas contra quienes atentan contra su “libertad de trabajo” -léase de hacer dinero a costa del trabajo ajeno- el que paga el costoso abogado Amadeo Otati a los acusadores de David?
    Existe un total desconocimiento de lo que es el derecho de huelga, al que el poder siempre a contrapuesto el “derecho al trabajo” que siempre fue y -sigue siendo-, el derecho de la patronal a pagar sus carneros, junto a los matones, policías, jueces y abogados que los respalden.
    Sin duda se desconoce cómo construyeron sus conquistas los viejos sindicatos. Los carneros siempre fueron repudiados, sus casas manchadas con alquitrán, señalados en los barrios, ya que de su humillante actitud dependían los estómagos y corazones de familias y familias obreras.
    Hoy los sindicatos, los militantes en general con su silencio, son cómplices de los carneros y de esta farsa judicial al servicio de la patronal.

    Y por último, ¿existe un absoluto desconocimiento de los que es el 1° de Mayo? ¿Qué es un feriado y no una huelga?
    El decreto del 1° de Mayo como “fiesta del trabajo” en 1916 fue firmemente rechazado por las organizaciones obreras del Uruguay, ya que era un día de lucha, un día de huelga ilegal desde 1890, y no una fiesta. Ese mismo año (1916) la columna obrera de unas ocho cuadras que bajó desde el Cerro rumbo al acto obrero se enfrentó a numerosos tranvías que apedreó y detuvo por la fuerza por trabajar un día de huelga obrera, no de “fiesta del trabajo”, pronto acudió la policía, lo que produjo violentos enfrentamientos, logrando la columna imponerse y seguir camino rumbo al acto obrero. Será por eso que al año siguiente, en 1917, en ocasión de celebrarse un acto en la Villa del Cerro, la barriada fue militarizada y el acto no pudo realizarse (“la fiesta del trabajo”). Para 1918, llovía torrencialmente, igualmente los obreros se manifestaros por la arteria principal de la ciudad -18 de Julio- rodeados de policías, los comercios estaban cerrados por temor a represalias (no mencionan las crónicas periodísticas si por temor al feriado o a la huelga obrera, en fin). Igualmente algún comercio que se dispuso a carnerear, como una zapatería fue cerrado a pedradas.
    Para 1919 la manifestación obrera rumbo al acto obrero, apedreó algunos tranvías que pretendían aguar la “fiesta obrera”, esto provocó un recio tiroteo con la policía quedando algunos obreros y policías heridos. Un policía murió en el tiroteó y el obrero Prieto pagó un año de prisión por defender el derecho a huelga de los trabajadores. A partir de ese año el poder decidió que no se llamaría más “fiesta del trabajo” al 1° de Mayo sino “día de los trabajadores”.

    Hoy nos quieren convencer de que el primero de Mayo lo inventaron para comer asado. El 1° de Mayo es un día de huelga universal. David estaba en un acto clasista y está preso por hacer respetar el primero de Mayo. Por honrar a los mártires de Chicago, quienes fueron ahorcados por luchar contra patrones, policías y carneros y no por hacer mesas de diálogos con los enemigos de clase.
    Está preso por luchar, preso social, preso político, como quieran llamarle.
    La patronal del taxi, el fascista Oscar Dourado pretende salirse con la suya de la mano de un gobierno con “chapa” de izquierda y cómplice de las patronales en este escarmiento al sindicato del taxi, ejemplo de lucha clasista de los trabajadores del Uruguay.
    Los cosas por su nombre.


    ¡LIBERTAD INMEDIATA PARA DAVID!
    ¡PRESO POR LUCHAR!
    ¡REHEN DE LA PATRONAL Y EL GOBIERNO!

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