Esto
no es un relato fiel de lo que paso el día que el Maury murió, no es
una oda a nada (quizás un poco al recuerdo), ni una reflexión política
acabada, no entrega respuestas y la verdad no creo que abra preguntas,
esto es un relato de las entrañas, un ejercicio individual y subjetivo
de rememorar el pasado vivido y cercano, es una forma de no dejar que el
Maury se diluya en las hojas del calendario, que no termine
mistificado, que no termine olvidado, su recuerdo perdura no solamente
por la acción en la que perdió la vida, su memoria continua al vernos
reflejados en un compañero mas, que participó activamente por la
destrucción de este mundo de miserias, que compartió, se equivoco y
acertó en las innumerables aristas que tuvo su vida y que óbito en el
difícil camino de rebelarse con lo existente. su defensores y sus falsos
críticos, construyendo el mundo que imaginaba en el aquí y el ahora!
LO IMPORTANTE NO ES LA CAÍDA SI NO EL ATERRIZAJE…
Recuerdo que ese día me desperté bien
temprano a eso de las 7:30 y como costumbre para no dormirse de nuevo
prendí la tele para que hubiera ruido, la compa con la que compartía en
ese tiempo tenia clases en la mañana y entre fríos (me acuerdo harto de
ese frió y un par de besos de despedida se fue. La caja de luces
murmuraba algo, algo de una bomba, pusimos atención, hablaban de un
muerto, a esa hora no estaba claro quien era ni por que, me asuste
pensando que podía ser un transeúnte, me dio un escalofrío momentáneo
por toda la espina cuando pensé que podía ser un compañero, pero las
impresiones fueron vagas y no se podía sacar conclusiones, aparte tenia
sueño. la compa se había ido y yo no tenia que hacer nada importante en
la mañana, como buen vago me volví a dormir…
Desperté mas tarde a eso de las 12, por
un momento no me acordaba de la información de mas temprano, después de
remoloneo, gruñidos y bostezos me levante, me acorde al instante de la
TV, la encendí y por un momento no puede reaccionar… enmudecí, me quede
medio blanco mirando el canal mas fascista de la tele, el Mega, y ahí en
toda esa combinación de colores lumínicos y emociones medias
desconocidas. la primera imagen que veía era el rostro del Panky, era su
foto de la universidad que digámoslo no era las mas bonita, pero le
servía al poder para ponerle rostro al compa muerto, si, MUERTO, eso era
lo mas difícil de entender, lo había visto la semana pasada y para
variar me había agarrado pal webeo, yo le respondía de la misma forma y
nos reímos junto a otros compas de nimiedades y tonteras, aun no me saco
de la cabeza la ultima vez que lo vi.
Salí corriendo sin ninguna gana de llorar
para adelante donde habían otros compas, lo único que atinaba a decir
es que había sido el Maury, que el Maury estaba muerto, que la tele lo
estaba mostrando y que había muerto despedazado por una bomba, facciones
incrédulas se formaron en el rostro de los compas, como que nadie atino
a hacer nada por un tiempo considerable, finalmente una mano mas
despierta extendió su dedo hacia el botón de la tv y la encendió, otra
vez la tv, los periodistas con una tono de exaltados por el “notición”
contaban la historia, joven muerto por su propia bomba en Ventura
Lavalle a menos de media cuadra de la Escuela de los torturadores de
Gendarmería, Barrio Matta, Santiago Centro, se explayaban en decir donde
estudiaba y que previamente ya estaba en la lista de las
investigaciones por bombazos, y que la acción inmediata era encontrar a
su acompañante, no hay que tener dos dedos de frente para saber que se
avecinaban allanamientos, me imagine las caras de alegría de fiscales,
gendarmes y policías, apreté los dientes, me trague un amarga cantidad
de saliva y llame a la compa, no le conté de inmediato le dije que iba
para allá y que me esperara que no se moviera que llegaba pronto, del
camino para allá no me acuerdo mucho, solo que caminaba rápido y
apretando los músculos del cuerpo, concentrado en llegar lo mas rápido
posible y de contarle a alguien mas que un amigo y compa estaba en
un frió cubículo del SML.
Llegue, rápidamente entre y la busque,
estaba conversando con amigos, supo al toque que algo malo pasaba,
supongo que por mi evidente rostro, hice un saludo general me acerque
con mi boca a su oreja y le susurre que el Maury esta muerto y que algo
teníamos que hacer, su cara cambio drásticamente, agarro sus cosas y
salimos. De lo que mas me acuerdo fue la discusión que imagino, hartos
compas tuvieron, ¿vamos a la sacco?, ¿tratamos de pasar piola?, ¿qué
hacemos?, nunca me había pasado algo así antes ni a nadie que yo
conociera, máximo había leído en libros algo por el estilo, no sabíamos
que tan largo iba a ser el brazo de la yuta, nuestras inseguridades
sobre el “hacerse el weon” y no aparecer por los lugares “calientes” o
no llamar a cierta gente se disolvieron en las ganas de abrazar y dar
fuerzas a los que mas sentían la caída del Maury, a los que imaginábamos
estaban con el corazón en la garganta y piedras en sus manos, hacerse
el weon o pasar piola no era un opción en ese momento, creer que por que
uno deja de contactarse con gente que siempre lo ha hecho se puede uno
desligar de todo es para mi una soberana estupidez, si uno se cree
clandestino o lo hace bien o no lo hace ni a medias ni alumbrándolo, lo
que mas extrañeza me causo en ese momento fue encontrarnos con un
gendarme a pata cerca de una de sus oficinas, lo mire y el me miro me
hizo un ademan con la mano para que me acercara, después de un segundo
de duda por su gesto volví a mi cabeza y le empecé a gritar que era un
maldito torturador, un perro del estado de la mas baja calaña con aires
militares y solo un peón voluntario de la maquinaria de muerte que son
las prisiones, no le grite todo esto así de ordenado, pero si un rosario
de puteadas y gestos insultantes, la compa me apaño y nos fuimos rápido
del lugar, nunca entendí ni por que me llamo, ni que quería ese
bastardo.
Teníamos un poco de miedo de hablar mucho
por teléfono, por lo que sabíamos era bastante obvio que mi celu estaba
legal o ilegalmente intervenido pero también era obvio que el Mauri
estaba muerto, que había que avisarle a todo el que se pudiera y que
había que estar a la altura de las circunstancias.
Partimos raudos y veloces a la Okupa en
la que habitaba el Panky , la Sacco y Vanzzeti (pensando en un muy
probable allanamiento y desalojo), para encontrarnos con una situación
que dibujó una mueca de sonrisa al llegar a la esquina de Bulnes con
Sto. Domingo, los compas que estaban dentro de la casa se habían
parapetado en el techo y en las ventanas cerrando con barricadas los
accesos a la casa, varios compas mas se estaban reuniendo en los
alrededores, esas fueron las primeras miradas y gestos de cariño que
empezaron a florecer, teníamos todos mucha pena pero también estábamos
muy alerta y viendo que se podía hacer, lo mas (i)lógico fue quedarse
ahí y dar cara a los tombos que obviamente no iban a demorar mucho en
llegar. Entre autos de civil con Ratis en su interior que daban vueltas
muy obviamente por las calles cercanas, tímidos pacos que se acercaban
en patrullas y se iban y un estúpido grupo de periodistas de la prensa
burguesa que se había puesto justo al frente de la Sacco, a los cuales
se le invito a retirarse del lugar a punta de patadas, combos, insultos y
destrucción y sabotaje de sus aparatos mediáticos, llego la noche o mas
bien el anochecer.
No logro recordar si paso mucho o poco
rato desde que llegue a la Sacco. Hasta la noche, unos compitas se
habían conseguido un montón de velas las cuales pusimos a través de la
calle frente a la Sacco para hacer una “barricada” luminosa, mi madre
siempre prende una vela cuando alguien cercano muere, me acorde mucho de
ella en ese momento, solo que ahora eran muchas velas las que ardían
lentamente.
Pasado el tiempo, en un ambiente que se
cortaba con cuchillo principalmente por la impaciencia de la llegada
policial, fueron llegando mas y mas compas, lo que me alegro mucho fue
ver gente que tenia profundas diferencias con el Maury y la acción
bombera, que pese a esto estaban ahí apoyándonos entre todos, sigo
pensando que aparte de los medios que se utilicen y las visiones que se
tengan los mas real sigue siendo la solidaridad, la fraternidad y la
discusión con altura de miras y no por cahuines o rencillas mezquinas,
que no se alimente un ghetto cerrado y “supremo” si no que se expandan
los cuestionamientos y acciones antiautoritarias por cada vez mas
lugares, sin llegar a creerse mejor que el resto por pensar de cierta
manera o hacer o dejar de hacer ciertas cosas.
Mientras unos compas recolectaban piedras
que apilaban en una esquina, otros juntaban palos gruesos de esos que
afirman los arboles, mientras unos ayudaban a sacar libros de la
biblioteca, otros compartían algo de comida y agua para pasar el muy
amargo rato, mas del alguno se lamento el no tener algo mas con lo que
iluminar un poco la noche, gestos, abrazos, miradas, gritos, euforia,
era un momento sumamente triste pero a la vez había una fuerza y una
alegría de enfrentar los que se venia juntos, suena absolutamente
contradictorio, pero mas de alguno me va a entender.
La yuta llego bien entrada la noche, yo
habré llegado como a las 3 de la tarde y ya eran (si no me traiciona la
memoria), como casi las 10 o pasado, no me logro acordar, apareció un
guanaco bajando contra el transito por Sto. Domingo, se quedo un rato
quieto casi al llegar a la esquina de Bulnes, ya no habían rostros, solo
ojos cómplices que brillaban con la luz de las velas en la calle, hubo
una tensa calma y se desato lo inevitable, mientras los compas en la
casa arrojaban de todo, nosotros infructíferamente tratamos de detener
el guanaco, desde ahí pienso que es bastante inútil tirar piedras a los
blindados, ya sin tener donde aguantar la embestida. corrimos en piño
por Bulnes hacia el sur, en la mitad de la calle y con el guanaco
emprendiendo marcha hacia nosotros, a unos compas se les ocurrió la
brillante idea de cruzar a la fuerza un auto en la calle para parar el
avance, uno, dos tres, y con fuerzas los 6 o 7 que éramos en ese momento
corrimos un poco el auto, nunca pensamos en volcarlo, era el auto de
algún vecino y no queríamos hacerle daño, con muchos mas uno dos y tres
logramos cruzarlo completo en la calle, en ese momento me pareció que no
pasaron ni 10 segundos, funciono perfectamente, el guanaco no pudo
seguirnos y retrocedió para darse la vuelta por otro lado, en una calle
un poco mas allá hicimos o intentamos hacer lo mismo, la vecina dueña
del auto empezó a gritar histérica desde la ventana, corrimos,
lacrimógenas, disparos de escopeta, piquetes de pacos por casi todas las
calles, un pequeño grupo en el cual me encontraba logro romper el
cerco, ya no sabíamos que pasaba en la Sacco, solo especulábamos, en
esos momentos cayeron los primeros detenidos de esa noche, esa noche que
tanto recuerdo.
Seguimos nuestro camino como rostros sin
rostro por las calles aledañas, llegamos a una plaza principal donde se
dieron vueltas contenedores de botellas y basura, se prendió algo de
fuego, la gente que carreteaba o pasaba por el sector solo atinaba a
mirar perplejos, nadie entendía que pasaba, la verdad yo creo que ni
nosotros entendíamos que pasaba en ese momento, algunos PANKY MAURI
PRESENTE quebraban esa extraña calma, en nuestro avance a ningún lugar
encontramos un local de Ratis, donde se rompieron varios cristales de la
entrada, el local estaba cerrado y no se veía nadie por ahí, en ese
momento me di cuenta que no habían ni piedras para tirar, seguimos
corriendo, nos encontramos con un par de Tiras dentro de un auto civil,
al ver que nos acercábamos sacaron sus pistolas y las mostraron
desafiantes, la verdad nadie quiso ser mártir en ese momento, seguimos
corriendo, alguno que otro auto cuico sufrió nuestra ira del momento,
seguimos corriendo, para mi fue una eternidad correr todo eso, ya
cansado y pensando que no tenia sentido seguir para ni un lado, una
patrulla de pacos hizo sonar sus neumáticos y nos intercepto, mientras
su motor aceleraba al lado nuestro, a mi se me ocurrió dar media vuelta y
correr en dirección contraria, algunas piedras fueron descargadas con
saña en la patrulla dando pie para que un paco bien pasado a películas
sacara su arma y empezara a disparar, no me detuve a ver si esos balazos
eran al aire o al frente lo único que se era que los sentía en mi oreja
y cada uno de ellos me hacia correr mas fuerte, en la desesperación y
ya separado de los demás me metí debajo de un camión estacionado, para
mi suerte los policías no alcanzaron a verme, luego echaron marcha atrás
y se bajaron al lado de donde estaba escondido, pude ver sus malditas
botas pasar por el lado del camión, con mi mano en mi boca aguantando mi
corazón bombeante y cuidando de no hacer ningún ruido me quede con los
ojos cerrados debajo del camión hasta que los sentí entrar en su
asquerosos auto y partir, creo que no me he vuelto a pegar un suspiro de
relajo tan grande como ese, me reincorpore y empecé a caminar, me
cambie la polera e hice un enredo de ropa para cambiar aunque sea un
poco mi apariencia, camine un par de cuadras tratando de calmarme y
procesar todo lo que había y estaba viviendo cuando de repente miro
hacia el lado, eran dos autos de civil llenos de pacos, una patrulla y
un reten que se detuvieron a mi lado, con todos los pacos y Ratis
mirándome fijo, yo con fuerzas de no se donde me aguante cualquier gesto
o expresión que delatara mi nerviosismo, me hice el weon y seguí
caminando como si no me pasara nada, hasta que escuche a uno de ellos
que dijo –no este no es vámonos no mas-, en ese momento me sentí con la
raja mas grande de este mundo.
Me acorde que tenia irresponsablemente
guardada una bolsita de plástico con un poco de marihuana en mi
entrepierna, llegue hasta un lugar en el que me sentía seguro, saque la
bolsa, papelillo, dedos, saliva, fuego, humo y la primera sensación de
un poco de tranquilidad del día, me lo fume entero, aun así tiritaba un
poco, pensé varias veces en el Maury en el transcurso de ese pito,
cuando me decía que me sacara uno que terminábamos fumando en el patio
trasero de su casa debajo del árbol con otro querido compa, ya mas
tranquilo y volado llame a la compa, no le había pasado nada, nos
juntamos, averiguamos de los detenidos que habían sido varios y al no
tener nada mas que hacer nos fuimos a la casa, tragándonos la mierda y
el dolor, sintiendo como nos ardían los ojos cada vez que nos sacudíamos
el polerón, no creyendo ni logrando procesar todo lo que nos había
pasado aquel día, no creyendo que un hermanito estaba muerto y su cuerpo
en manos del enemigo, no creyendo nada pero habiendo vivido todo, jamás
me dieron ganas ni por un momento de llorar, por lo menos aquel día.
No se muy bien por que escribo esto, no
es ni el único recuerdo que tengo del Panky ni el mas importante, mas
que mal el compa no fue solo una acción, fue muchas cosas, con muchos
aciertos con muchos errores, con un aprendizaje continuo, con una acción
multiforme sin creer que ya había pillado la papa en solo un ámbito de
lucha, yo jamás lo recordare como el mas mas ni el muy muy, como algo
separado de la vida real, como un santo sin pecado, el Maury era un
compa mas, pero no por eso menos o mas valioso que los demás, el día en
que hagan chapitas y poleras con su cara le pintare orejas de Mickey
Mouse, me seguiré burlando cariñosamente de el y hasta de su muerte, con
ese humor ácido que tanto hace enojar a los reyes del martirologio y la
seriedad, recordando que si no fuese el al que le hubiera pasado eso,
seria el primero en irónicamente reírse de la situación y burlarse de la
desgracia, a veces uno ríe para no llorar.
La primera vez que lo llore, que logre
sacar toda la mierda de pena que sentía por no poder verlo mas (y eso
que me caía bien mal a veces jaja) fue cuando su cuerpo despedazado y
envuelto en madera descendió los dos metros que nos cubren de tierra
para ser comida de gusanos, nos cubren de tierra, pero jamás, jamás de
olvido.
A diferencia de otros compas yo no creo
que el Panky partió a algún lugar después del accidente, no creo que
este viendo que pasa ni apareciéndose en los sueños de la gente, el
Maury se murió, lo enterraron y su cuerpo yace cerca de sanbeca, no va a
volver a aparecer ni me voy a encontrar con el cuando me muera. el dejo
de existir, pero si hay algo que me da fuerzas y alegría es recordar
una frase que alguien una vez me dijo, que al parecer era una cita de
otra parte, esta decía que uno no muere una sola vez sino dos, una
cuando lo entierran y la otra cuando la ultima persona que se acuerda de
ti pronuncia tu nombre por ultima vez, y de eso me preocupare siempre,
que la segunda muerte del maldito del Maury no llegue en muchos,
muchísimos años mas.
Seguimos procurando que viva la anarquía!
Compita Maury para mi estas presente siempre.
Me sigue sacando sonrisas cada vez que corean tu nombre en medio de las acciones y las barricadas.
-Un compa Anónimo, con algo de nostalgia, tristeza pero mucho newen.
22 de Mayo 2013
A 4 años de tu ausencia.
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Fuente
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