Extraído de Viva la Anarquía
Amenazas
de bomba contra embajadas en solidaridad con presos anarquistas
Comprendiendo la potencialidad liberadora de la acción multiforme contra
el poder, reivindicamos las amenazas de bomba realizadas contra
embajadas de distintos Estados a modo de propaganda y hostigamiento
sicológico contra los representantes de la dominación, realizadas el
pasado 10 de Junio en solidaridad con distintos compañeros encarcelados:
Embajada de USA: en las vísperas del día internacional de acciones en apoyo a Marie Mason y Eric Mc David.
Consulado de Indonesia: para abrazar a la distancia a Eat y Billy, solidarios de la “Célula Larga Vida a Luciano Tortuga”.
Embajada de Uruguay: en apoyo a David Lamarthe, anarquista de un sindicato de taxis arrestado tras la manifestación del1 de mayo.
Embajada de Uruguay: en apoyo a David Lamarthe, anarquista de un sindicato de taxis arrestado tras la manifestación del1 de mayo.
Consulado de Turquía: respondiendo al llamado de solidaridad con los anarquistas y activistas encerrados tras los disturbios del 1 de Mayo.
Una embajada de Bolivia: en complicidad con los anarquistas perseguidos y encerrados, pero despreciando a muerte a los delatores de la OARS.
Insertando la reivindicación de acciones
ofensivas de contenido antiautoritario dentro de los procesos de
reflexión y comunicación necesarias entre afines, queremos tomar algunas
líneas de un debate abierto en un texto reciente (que no fue la reivindicación de una acción) de los “Comandos Insurreccionalistas”.
Tenemos algo que decir respecto a
algunos de sus análisis y posturas, así que esperamos que todo sea bien
recibido y entendido como un aporte que rompe con el escaso diálogo y
debate entre los grupos anarquistas de acción. Partimos por el hecho de
que respetamos y valoramos la experiencia adquirida por los compañeros
de los “Comandos Insurreccionalistas”. Compartimos a plenitud su
análisis sobre la mayoritaria nula voluntad de los grupos político
militares izquierdistas en transmitir su experiencia a nuevas
generaciones que deseosas de atacar al Estado y al capital se
encontraron con que debían aprender desde la práctica misma, con escasa
información o – los con más suerte- con viejos manuales guerrilleros
perdidos en el tiempo y descontextualizados con la realidad local. A
esto nosotros le agregaríamos la necesidad de no olvidar que la derrota
de estos grupos estuvo determinada por la prioridad que le otorgaron a
la lucha armada al verla como una forma superior de lucha
revolucionaria. Así, organizaciones como el Movimiento Juvenil Lautaro
se negaron a potenciar la acción multiforme y terminaron en los 90
especializando a sus militantes en acciones destinadas a financiar a la
organización y responder a la represión del régimen democrático con casi
exclusivamente acciones de lucha armada. Llevaron la acción
revolucionaria al exclusivo terreno del enfrentamiento armado con el
enemigo y fueron aplastados por su superioridad bélica.
Compartimos también el análisis sobre la
necesidad de concebir las acciones de ataque como algo serio que
amerita dejar fuera los egos y el afán de reconocimiento y adquirir
conocimientos y medidas de seguridad específicos, que deben transmitirse
a otros afines y practicarse férreamente entendiendo que la guerra
social no es un juego y que en ella arriesgamos nuestra vida y nuestra
libertad. Hay quienes deciden atacar con lo que tienen a mano antes que
arrojarse a emplear materiales que no manejan, mientras en paralelo van
en busca de nuevos conocimientos par agudizar el ataque. Otros se
arrojan a veces mucho más allá de sus posibilidades inmediatas y caen en
manos del enemigo por un error de fabricación del artefacto que portan,
por no conocer técnicas para chequear si están siendo seguidos, por
ponerse nerviosos ante la presencia de policías mientras transportan
materiales para una acción, etc. Casos hay en Chile y en el mundo, pero
cuando alguien es arrestado preparando o realizando una acción de ataque
los llamados a la autocritica nunca pueden estar separados de nuestro
llamado a la solidaridad con personas que se arrojaron de frente contra
el enemigo. Tomamos así distancia de la actitud que expresan los
Comandos Insurreccionalistas al referirse a la detención de la pareja de
un preso político y su hermano portando un artefacto explosivo. Los
Comandos Insurreccionalistas hicieron una crítica particular pero se
quedaron en eso, sin valorar la decisión de atacar al enemigo sino mas
bien criticando una “falta de espertiz en el manejo de explosivos y en
la capacidad de conspirar”. Tiñeron ahí su análisis con un tinte de la
arrogancia que comenzaron criticando de otros.
Los compañeros de los Comandos
Insurreccionalistas hablan también de individuos que quieren figurar al
interior de los entornos libertarios, que hay delatores solapados, que
hay casas okupas que en sus comunicados expresan la intención de
totalizar de la lucha y que eso sería reflejo de un “vaciamiento de
contenido” de la subversión en Chile. Sería bueno que precisaran mejor
estas críticas, pues al ser tan generales se puede pensar cualquier
cosa, pueden ser todos y nadie a la vez, lo que sumado a la confusa
redacción que tiene el texto, impide comprender la totalidad del
análisis que plantean.
Nuestra visión es que no se necesita ser
expertos para conspirar y que la violencia revolucionaria no es objeto
de apología. Tampoco se necesita hacer un inventario de las acciones que
hemos realizado para validar nuestros argumentos. Menos sirve decir por
un lado que se valora otras formas de lucha pero por otro lado
reconocer que la insurrección en Chile se ha sustentado meramente en el
accionar clandestino. La violencia es un medio más para liberarnos, la
justificamos, la consideramos necesaria e inevitable, la defendemos, la
utilizamos y la propagamos pero jamás la analizaremos como un fin en sí
mismo ni como un medio superior de lucha como se expresa a veces en
algunos comunicados. La violencia hay que practicarla y conocerla, hay
que saber utilizarla en el presente dotándonos de herramientas y
conocimientos conspirativos. (Acá
algunos consejos prácticos difundidos hace un tiempo por unos compas).
En eso concordamos plenamente con los compañeros de las Células
autónomas de revolución inmediata /Praxedis G. Guerrero, de México
cuando plantean -reivindicando el envío de paquetes explosivos al embajador de Grecia en México-
que al anarquista “no le importa fetichizar las armas y las estrategias
guerrilleras pues tiene en claro que eso solo son consecuencias
inevitables en la lucha contra el poder, ni si quiera fetichiza la
violencia. (…)Se prepara física y psicológicamente. Cuestiona a cada
momento esta existencia mundana y la confronta con sus teorías de
libertad y conflicto. (…) Lxs anarquistas estamos lejos se ser
guerrillas urbanas y grupos armados, somos ante todo grupos de acción
anarquista, actuando en consecuencia con nuestros pensamientos, porque
vemos que aunque sea una contradicción en si misma, la violencia es
necesaria.”
Queremos dejar abierta la discusión y
terminar llamando a la solidaridad con los compañeros detenidos en una
nueva operación represiva en Italia, esta vez inculpando y persiguiendo a
compañeros vinculados a blogs anarquistas y solidarios con presos
acusándolos de ser órganos difusores de la Federación Anarquista
Informal. Ya sabemos que el enemigo toma lo que puede cuando no es capaz
de atrapar a quienes le desafían con la acción directa, pero no podemos
normalizar las operaciones represivas, debemos actuar ante la respuesta
del enemigo contra el accionar anárquico. Los dominadores buscan aislar
la circulación de las ideas, sembrar el terror y detener los actos de
revuelta.
¡Solidaridad internacional ya!
¡A propagar e intensificar la lucha en nuestros territorios!
Saludos a Luciano Pitronelo, a los presos y clandestinos de la guerra social.
¡A propagar e intensificar la lucha en nuestros territorios!
Saludos a Luciano Pitronelo, a los presos y clandestinos de la guerra social.
Iniciativas individuales por la propagación de la anarquía,
afines a la Federación Anarquista Informal
afines a la Federación Anarquista Informal
(El nombre también es propaganda, las
siglas son solo letras y parte del imaginario de estructuras
tradicionales que no queremos reproducir)
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