Ante la recientes revueltas que tuvieron lugar en varias ciudades del mundo, principalmente en México y España, también Argentina y Chile , Egipto, y muchas otras regiones mas de este planeta, con diferentes niveles de intensidad y agitacion, nuevamente, el buitre del capitalismo internacional vuelve su mirada hacia el anarquismo, dando cárcel a muchos compañeros y compañeras, reprimiendo sistemáticamente todo acto de protesta, persiguiendo, y llegando incluso, a matar si es necesario.
Esta oleada de descontento popular, si bien en cada región tiene una coyuntura particular y los reclamos pueden no estar aún tan relacionados entre sí como deberían, no es una cuestión como para dejar pasar a la ligera. Los capitalistas, lo saben.
Las organizaciones con potencial revolucionario, históricamente en tiempos como este, tienden o a crecer o tienden a desaparecer, y en esto último que decimos, el poder, no escatimara ni recursos materiales ni humanos para combatir cualquier incipiente intento de avance por parte del pueblo, más si nota que las prácticas y lógicas que se practican en dichos lugares van a total contraposición con las formas y valores del capital.
El anarquismo, es la antítesis perfecta a la lógica estatal capitalista, por lo tanto se convierte en un enemigo perfecto. ¿Qué hacer con un enemigo perfecto? ¿Qué hacer con la única corriente de ideas que propone y hasta ha demostrado con hechos que el comunismo anárquico no es solo practicable, sino que es el medio social más efectivo para alcanzar los más altos niveles de bienestar posible del individuo y la sociedad hoy, y a la a su vez, tendiendo siempre hacia el mejoramiento del conjunto social?
La pregunta se responde sola, de hecho, el poder lo viene poniendo en práctica desde que el compañero Bakunin puso en el papel las teorías de la libertad. El anarquismo lleva más de 200 años combatiendo toda autoridad impuesta al ser humano, buscando de mil maneras ser la tensión constante hacia la libertad total. Evidentemente, para cierto sector de gente muy acomodada, estas realidades que plantea el anarquismo, conviene mostrarla como la incitadora de diferentes actos de violencia y bronca popular que se vienen sucediendo desde ya casi un mes casi ininterrumpidamente.
Es verdad que nuestras ideas buscan destruir el sistema capitalista, también es verdad que en la esencia misma de nuestro modo de ver el mundo, ya hay una guerra declarada al modo de ver el mundo que tiene el capitalista. Nosotros no declaramos ninguna guerra, está ya estaba declarada cuando se comenzó a escribir la ideología anarquista.
No es de extrañar que para el poder, solo somos noticia cuando estamos en las barricadas, cuando cubrimos nuestros rostros, cuando golpeamos a los tiranos, cuando nos defendemos de los abusos y los atropellos, pero cabe remarcar lo poco que se interesan en todo el trabajo social que hacen todas y todos los compañer@s que se ponen al hombro una lucha por la cual saben que no habrá ni medallas, ni fortunas, ni ningún privilegio personal. Día a día nos jugamos todo para que en el futuro, ya no exista ni el mendigo, ni el explotador, ni el político ni el empresario, sino una universal comunidad de individuos libres, donde lo único que reine sean la fraternidad, la paz, la solidaridad, el amor por el ser humano ¿o es que acaso ya hemos perdido hasta la libertad de poder luchar dignamente por lo que nos corresponde? ¿O es que acaso ya no podemos elegir nosotros mismos como queremos vivir nuestras vidas? ¿Hasta eso nos quitaron?
Los actos de protesta contra el capitalismo a nivel mundial, nos dicen que no, los compañeros mexicanos resistiendo contra la tiranía nos dicen que eso no es cierto, el 14-n en España nos dicen que eso no es verdad, las luchas contra las grandes empresas mineras en américa latina también, los caracoles zapatistas, las ocupaciones de tierra, de vivienda, las luchas de las bases sindicales en todo el globo, en fin, no podríamos parar de dar ejemplos de cómo el género humano inconscientemente, dice a gritos basta, esta injusticia no puede seguir.
Pero claro, para la prensa de la burguesía, los pobres solo somos noticia cuando nos matan o cuando matamos, pocas veces se acuerdan de nosotros cuando llevamos adelante la autogestión de nuestras vidas, el esfuerzo de las organizaciones que aún no se rindieron, la constancia de los que bancan ellos mismos un merendero, de los que apoyan una olla popular, de los que enseñan sin cobrar un centavo, de los que trabajan por un mundo nuevo sin pedir nada a cambio.
Cuando hacemos todo eso, la opinión pública está demasiado ocupada pasando discursos de cristina fernández por cadena nacional, o mostrándonos modos de vivir alejados totalmente de la realidad del común de la gente, vendiéndonos lo que no necesitamos, o simplemente repartiendo mentiras al por mayor. No se puede esperar otra cosa de parte del capitalismo y sus defensores que no sean mentiras, calumnias. No pueden ni podrán mirar con buenos ojos nuestras construcciones y nuestros procesos de acumulación, ya que son la antítesis de los suyos, cuando se pretende que el sistema mire con otros ojos nuestro proyecto revolucionario, cuando algunos compañeros y compañeras tratan de mantener las formas, las posturas y los modos que son acordes a la opinión pública, se olvidan totalmente de donde surge esa opinión pública, de que márgenes maneja, pero lo más grave es que se les olvida a que intereses sirve.
Con esto no queremos decir que no haya que tener en cuenta la opinión general que se genera, y que siguen propagando los defensores del sistema de explotación. Lo que si decimos, es que no puede mantenernos en la inacción ni en la especulación permanente, ya que de esa forma, caemos en el juego de la política burguesa y capitalista, y esta, no tiene nada que ver con un proyecto revolucionario. Al menos no con el que nosotros propagamos.
Compañeras y compañeros, si no logramos destruir el sistema capitalista de dominación, este no dejara de perseguirnos, matarnos, encarcelarnos, difamarnos y pondrá todo su empeño en esto. El enemigo no escatimara en recursos para eliminarnos. Si no, miren como cada vez que las luchas sociales se vuelven más profundas, nuevamente la prensa burguesa nos da primera plana.
Estamos totalmente convencidos de que no es casualidad, los servicios de inteligencia de los estados saben del resurgir de nuestras ideas, saben también cómo combatirlas. Pero nosotros también sabemos cómo defendernos.
No bajemos los brazos, no es momento ni de rendirse, ni de basilar, es momento de redoblar los esfuerzos, la organización, la acción directa. Si empezamos a dudar nosotros mismos de nuestras ideas no habrá futuro, solo miseria y muerte.
El pueblo lleva en si mismo, en los procesos de acumulación que inconscientemente lleva a la práctica, la clave de su propia liberación, y esta estará fundada en la naturaleza solidaria y fraterna del ser humano, estamos convencidos de esto, los estados y las ideologías autoritarias han tratado de destruir o de deformar esta naturaleza, pero nunca pudieron. Es tan fuerte este sentimiento en la especie que a pesar de todo, no lo han vencido. Pueden adormecerlo, distraerlo, pero nunca eliminarlo. Es cuestión también de empezar a creer un poco en la gente, en uno mismo y en los camaradas que luchan a nuestro lado, no todo es culpa del poder. Muchas veces los revolucionarios mismos somos los que nos ponemos las trabas en el camino a la emancipación.
Sepamos ser humildes, sepamos ser principalmente personas de acción y no de discursos, no tratemos de convencer con los métodos que reproducen netamente las practicas del sistema, demos ejemplo con nuestros propios métodos, que sepan quienes somos, no hay que buscar amoldar las ideas a los métodos de los que nunca confiaron en el pueblo, a menos que esté sometido y dominado. A ellos, a los poderosos, les tiemblan las piernas cuando nos ven hablar con la gente, mueren de miedo y rabia cuando nos ven poner en la práctica lo que con tanta pación creemos, porque ahí es cuando se les cae la careta, es ahí cuando cae la verdad sobre lo que es la clase política, la clase de los explotadores y los vividores, y ahí empiezan sus gritos y sus largos discursos llenos de mentiras, calumnias, injurias, y todo a lo que el sistema de opresión nos tiene más que acostumbrados.
La vida que queremos, es la vida libre, la vida digna de ser llamada vida, la existencia en tención constante hacia el mejoramiento de la calidad de la sociedad para el beneficio de todas y todos.
Sepan los amigos del privilegio, la clase política en general, los explotadores y los capitalistas que no solo nunca lograron exterminarnos, que nunca lograran apagar la llama de nuestra rebeldía. Que los perros del poder sigan ladrando, sigamos en la construcción de un mundo nuevo, tomemos lo que nos pertenece por legítimo derecho, pongamos fin a la injusticia. Y el único medio para eso, fue es y será la revolución social.
-¡BASTA DE PERSEGUIR A LAS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS ANARQUISTAS!
-¡BASTA DE CRIMINALIZAR LA PROTESTA SOCIAL!
-¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS Y PRESAS POR LUCHAR!
Exigimos el fin de la falacia que el estado y los medios de la burguesía difunden para desactivar los focos de rebelión que se vienen gestando al calor de las luchas en todo el mundo.
Ni un paso atrás contra los que explotadores, asesinos y parásitos que viven del sudor ajeno.
¡ABAJO EL CAPITALISMO!
¡A VENCER O MORIR POR LA LIBERTAD!
Nosotr@s, los que no tenemos nombre…
L@s Solidari@s....
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