Extraído de Hommodolars
Por Fracción autónoma de las birlochas rebeldes FAI – FRI
enviado al mail
Nuestra lucha, no es la lucha de las buenas y pacíficas, nuestra lucha, no es la lucha de quienes quieren agradar y de quienes se van a dormir sin haber hecho nada fuera de la norma. Nuestra lucha es la lucha violenta que ataca, nuestra lucha es la que toma la iniciativa, es la que no baja la guardia, nuestra lucha es la que siempre esta tensa, porque no se conforma ni con la vida normal ni con la vida sumisa.
No vamos a dejar que solo unas cuantas ataquen, que solo unas cuantas se arriesguen.
Nuestra lucha es también la lucha de todas quienes han pasado de la resistencia a la ofensiva. Por el ataque sin treguas contra nuestras enemigas, estamos con las presas, perseguidas y clandestinas que sustentan nuestra ira para destruir el poder y la autoridad que tanto aborrecemos, con las Compañeras de la CCF, Gerasimos Tsakalos, Panagiotis Argirou y Christos Tsakalos, con el Pueblo mapuche, y los pueblos del TIPNIS que desafían y prefieren la lucha a una vida sistémica pero esclava. Con ellas, nos declaramos en guerra
Y para quienes, en esta lucha les parezca un sinsentido quemar un cajero automático, van estas palabras:
Nuestro enemigo se pone el disfraz de la ayuda económica para supuestamente mejorar la existencia de quienes creen en su imagen, discurre su embeleso en aquellas que creen que tendrán días mejores al recibir su dinero como préstamo. Hipotecas, sobreintereses o encarcelamientos vienen para quienes no cumplen los compromisos que las condenan a empeñar su vida en trabajos siempre enajenantes, esta es una de las tantas trampas del sistema financiero. Son cárceles sin paredes, recintos estampados en códigos de barra de las tarjetas de crédito, que crean la necesidad del infinito ciclo de consumir, comprar, pagar y endeudarse explotando a la tierra y a sus habitantes sin importar el costo con tal de acrecentar las montañas de dinero. Las prisiones físicas, se hacen efectivas contra quienes no se dejan atar por esta vida de nace, produce, consume y muere.
Las anarquistas a lo largo de la historia hemos recurrido a la violencia para repudiar y combatir este sistema en respuesta a la agresión y represión del Estado, esto no es ninguna novedad. Ninguna novedad tampoco en que a lo largo de la historia siempre han tratado de mostrar a las anarquistas como antisociales, pirómanas o tirabombas; nada de eso: las anarquistas somos violentas porque la violencia de la opresión no merece nada más que nuestra hermosa violencia liberadora.
Los anarquistas de acción, buscamos la masificación de la lucha, la propagación de la revuelta y que cada ser tome la libertad en sus manos empezando por la destrucción de quienes se creen nuestros amos, por eso atacamos sus sustentos físicos, sus emblemas de dominación y a través de estas ideas llamamos al ataque solidario, al ataque liberador, al ataque conspirador.
SOMOS PERSONAS ¡QUE NO SE ARRODILLAN! NO QUEREMOS IMPONER NUESTRAS IDEAS, NO QUEREMOS SER JEFAS NI ESCLAVAS DE NADIE, QUEREMOS LUCHAR POR UNA VIDA DIGNA, LIBRE Y SOLIDARIA.
POR LA EXPANSIÓN DE LA LUCHA ANTIAUTORITARIA,
POR LA PROPAGACIÓN DEL FUEGO PARA LA DESTRUCCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS FISICAS DEL PODER.
Fracción autónoma de las birlochas rebeldes
FAI – FRI
¿Explotación? ¿Qué es lo primero que se nos viene al oír estas palabras? La explotación de nuestra especie: de las humanas ¿y el discurso antiautoritario - anarquista queda en un discurso antropocentrista? Muchas compañeras “olvidan” este gran tema: la explotación de las no humanas y no la toman como una forma de opresión –autoridad.
En los tiempos en que la lucha de clases mostraba polarizaciones muy agudas entre las proletarias y las detentoras de los medios de producción, las anarquistas han luchado por menos horas de trabajo, por condiciones “dignas” de trabajo y contra la explotación. En muchos lugares y tiempos, la lucha contra el poder ha buscado mejores condiciones en relación al trabajo. Ahora que los tiempos han cambiado y estas polarizaciones se hacen difusas, cuando las mismas trabajadoras son dueñas de sus propias maquinarias en mini fabricas que funcionan en sus propios hogares, la lucha anarquista debe cambiar también. Nuestro ataque, por el día del trabajo cuestiona la inmutabilidad de la lucha en relación al trabajo y en esta ocasión va en contra del trabajo que domina, explota y se sustenta en la industrialización de la muerte de las animales no humanas.
Como Antiautoritarias tampoco defenderemos un trabajo que se dedique a la explotación animal, que se base en la esclavitud de miles de vidas, que tenga como base las jaulas, el encierro de por vida, la experimentación; las vidas condenadas a una existencia inmóvil, esclava, torturada y cuyo único destino es una existencia y en muchos casos una muerte que satisface las “necesidades” ficticias, cómodas y consumistas de las miles de esclavas modernas de esta sociedad.
Las animales no humanas son vistas como objetos de consumo y valoradas en función del beneficio que podemos obtener de ellas. El capitalismo valora todo en función del beneficio que pueda dar. Todas somos parte de este capitalismo al consumir productos que provienen de la explotación de animales no humanas. La explotación animal existe porque la sociedad es especista y el capitalismo se vale de ello para hacer del especismo una industria.
Como antiautoritarias no podemos permanecer cómplices, con nuestro silencio, del especismo en el que se encierran estos trabajos. Llenar de tóxicos las leches de un supermercado es pues nuestra forma de atacar estos sistemas de dominación.
NUESTRAS FORMAS COTIDIANAS DE VIVIR TAMBIÉN SON ENFRENTAMIENTOS CONTRA ESTA SOCIEDAD QUE PROMUEVE, FOMENTA Y REFUERZA AL CAPITALISMO POR MEDIO DE LA EXPLOTACIÓN ANIMAL
POR LA EXPANSIÓN DE LA LUCHA ANTIAUTORITARIA,
POR LA PROPAGACIÓN DEL SABOTAJE PARA LA DESTRUCCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS FISICAS DEL PODER.
Fracción autónoma de las birlochas rebeldes
FAI – FRI
Quema de cajero automático
CochabambaNuestra lucha, no es la lucha de las buenas y pacíficas, nuestra lucha, no es la lucha de quienes quieren agradar y de quienes se van a dormir sin haber hecho nada fuera de la norma. Nuestra lucha es la lucha violenta que ataca, nuestra lucha es la que toma la iniciativa, es la que no baja la guardia, nuestra lucha es la que siempre esta tensa, porque no se conforma ni con la vida normal ni con la vida sumisa.
No vamos a dejar que solo unas cuantas ataquen, que solo unas cuantas se arriesguen.
Nuestra lucha es también la lucha de todas quienes han pasado de la resistencia a la ofensiva. Por el ataque sin treguas contra nuestras enemigas, estamos con las presas, perseguidas y clandestinas que sustentan nuestra ira para destruir el poder y la autoridad que tanto aborrecemos, con las Compañeras de la CCF, Gerasimos Tsakalos, Panagiotis Argirou y Christos Tsakalos, con el Pueblo mapuche, y los pueblos del TIPNIS que desafían y prefieren la lucha a una vida sistémica pero esclava. Con ellas, nos declaramos en guerra
Y para quienes, en esta lucha les parezca un sinsentido quemar un cajero automático, van estas palabras:
Nuestro enemigo se pone el disfraz de la ayuda económica para supuestamente mejorar la existencia de quienes creen en su imagen, discurre su embeleso en aquellas que creen que tendrán días mejores al recibir su dinero como préstamo. Hipotecas, sobreintereses o encarcelamientos vienen para quienes no cumplen los compromisos que las condenan a empeñar su vida en trabajos siempre enajenantes, esta es una de las tantas trampas del sistema financiero. Son cárceles sin paredes, recintos estampados en códigos de barra de las tarjetas de crédito, que crean la necesidad del infinito ciclo de consumir, comprar, pagar y endeudarse explotando a la tierra y a sus habitantes sin importar el costo con tal de acrecentar las montañas de dinero. Las prisiones físicas, se hacen efectivas contra quienes no se dejan atar por esta vida de nace, produce, consume y muere.
Las anarquistas a lo largo de la historia hemos recurrido a la violencia para repudiar y combatir este sistema en respuesta a la agresión y represión del Estado, esto no es ninguna novedad. Ninguna novedad tampoco en que a lo largo de la historia siempre han tratado de mostrar a las anarquistas como antisociales, pirómanas o tirabombas; nada de eso: las anarquistas somos violentas porque la violencia de la opresión no merece nada más que nuestra hermosa violencia liberadora.
Los anarquistas de acción, buscamos la masificación de la lucha, la propagación de la revuelta y que cada ser tome la libertad en sus manos empezando por la destrucción de quienes se creen nuestros amos, por eso atacamos sus sustentos físicos, sus emblemas de dominación y a través de estas ideas llamamos al ataque solidario, al ataque liberador, al ataque conspirador.
SOMOS PERSONAS ¡QUE NO SE ARRODILLAN! NO QUEREMOS IMPONER NUESTRAS IDEAS, NO QUEREMOS SER JEFAS NI ESCLAVAS DE NADIE, QUEREMOS LUCHAR POR UNA VIDA DIGNA, LIBRE Y SOLIDARIA.
POR LA EXPANSIÓN DE LA LUCHA ANTIAUTORITARIA,
POR LA PROPAGACIÓN DEL FUEGO PARA LA DESTRUCCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS FISICAS DEL PODER.
Fracción autónoma de las birlochas rebeldes
FAI – FRI
Sabotaje a supermercados Hipermaxi
Cochabamba¿Explotación? ¿Qué es lo primero que se nos viene al oír estas palabras? La explotación de nuestra especie: de las humanas ¿y el discurso antiautoritario - anarquista queda en un discurso antropocentrista? Muchas compañeras “olvidan” este gran tema: la explotación de las no humanas y no la toman como una forma de opresión –autoridad.
En los tiempos en que la lucha de clases mostraba polarizaciones muy agudas entre las proletarias y las detentoras de los medios de producción, las anarquistas han luchado por menos horas de trabajo, por condiciones “dignas” de trabajo y contra la explotación. En muchos lugares y tiempos, la lucha contra el poder ha buscado mejores condiciones en relación al trabajo. Ahora que los tiempos han cambiado y estas polarizaciones se hacen difusas, cuando las mismas trabajadoras son dueñas de sus propias maquinarias en mini fabricas que funcionan en sus propios hogares, la lucha anarquista debe cambiar también. Nuestro ataque, por el día del trabajo cuestiona la inmutabilidad de la lucha en relación al trabajo y en esta ocasión va en contra del trabajo que domina, explota y se sustenta en la industrialización de la muerte de las animales no humanas.
Como Antiautoritarias tampoco defenderemos un trabajo que se dedique a la explotación animal, que se base en la esclavitud de miles de vidas, que tenga como base las jaulas, el encierro de por vida, la experimentación; las vidas condenadas a una existencia inmóvil, esclava, torturada y cuyo único destino es una existencia y en muchos casos una muerte que satisface las “necesidades” ficticias, cómodas y consumistas de las miles de esclavas modernas de esta sociedad.
Las animales no humanas son vistas como objetos de consumo y valoradas en función del beneficio que podemos obtener de ellas. El capitalismo valora todo en función del beneficio que pueda dar. Todas somos parte de este capitalismo al consumir productos que provienen de la explotación de animales no humanas. La explotación animal existe porque la sociedad es especista y el capitalismo se vale de ello para hacer del especismo una industria.
Como antiautoritarias no podemos permanecer cómplices, con nuestro silencio, del especismo en el que se encierran estos trabajos. Llenar de tóxicos las leches de un supermercado es pues nuestra forma de atacar estos sistemas de dominación.
NUESTRAS FORMAS COTIDIANAS DE VIVIR TAMBIÉN SON ENFRENTAMIENTOS CONTRA ESTA SOCIEDAD QUE PROMUEVE, FOMENTA Y REFUERZA AL CAPITALISMO POR MEDIO DE LA EXPLOTACIÓN ANIMAL
POR LA EXPANSIÓN DE LA LUCHA ANTIAUTORITARIA,
POR LA PROPAGACIÓN DEL SABOTAJE PARA LA DESTRUCCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS FISICAS DEL PODER.
Fracción autónoma de las birlochas rebeldes
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