miércoles, 6 de julio de 2011

La supuesta libertad de los presxs como trampa del sistema





Por Rabia y Acción

Libertad a lxs presxs, es aquella consigna que se ha podido oír, leer y ver en diferentes sitios, pero lo que no se ha hecho es escucharla, analizarla y vislumbrarla. Desde hace ya desmesurado tiempo, esta consigna ha sido bandera de todxs aquellxs que han perdido a un ser querido, a un afín o a un desconocido (para lxs que llevan a la practica la solidaridad indiscriminada) y digoperdido, porque físicamente ya no esta con nosotrxs, pues se encuentra dentro de una celda. Lo que es cierto es que duele tener a nuestrxs compañerxs secuentradxs, amuchxs les causa indignación y odio el despreciable y putrefacto sistemacarcelario y es por eso que gritan a los cuatro vientos la libertad de lxs
presxs, pero sin darse cuenta que estas palabras solo son un engaño masdel sistema.

 
El sistema de dominación ha sido astuto, muchas veces nos ha hecho creerque hemos tomado una postura verdaderamente radical ante los problemas que éste nos marca en lo cotidiano, pero que sin duda solo le hemos dado propuestas para que ser más “humano”, más “justo” e incluso más fuerte. Uno de estos tantos engaños ha sido la demanda por la liberación de lxspresxs, porque pensemos por unos momentos: ¿Queremos libertad para lxs presxs? Y si la queremos ¿De qué libertad estamos hablando? ¿La falsa libertad dentro de las ciudades, dentro de la moral estatal, dentro de la paz social?
Para poder entender más lo que trato de dar a entender, deberíamos de poner en la mesa las dos tipos de significados de libertad que existen para desvenar las diferenciaciones que hay entre una y otra, una es la Libertad real, la que esta alejada de la civilización, pues considero que mientras sigamos viviendo dentro de esta cárcel de acero y concreto no
seremos libres (1), todxs aquellxs que digna que pueden ser (o que inclusive dicen que son) “totalmente” libres es que no han volado tan lejos para chocar con los barrotes de esta gran jaula. Regresar a un hábitat natural, regresar a lo salvaje (lo mas que se pueda) y abandonar la comodidad, los lujos, el reloj, la cotidianeidad, la escuela, el trabajo y en largo etcétera, es la Libertad real.
Pero mientras la Libertad real esté en muy pocas mentes de aquellxs que se cuestionan y atacan a lo establecido, existe otra muy distinta, la libertad que va de la mano del sistema, ésta es la libertad reduccionista, la que te dice que despojándote de las tradicionales ideas que nos marcan desde pequeñxs seremos libres (2), la que no permite el cuestionamiento radical y crea el delirio mental de la libertad dentro o inclusive al lado
del sistema de dominación. Así que cuando decimos que queremos la libertad de lxs presxs, estamos cayendo en la trampa de la libertad reduccionista, gimiendo por la
supuesta libertad para aquellxs que están dentro de una celda para ser metidxs a otra (3). Demandando la supuesta libertad incondicional para lxs presxs también se esta cayendo en el mero aspecto jurídico-legal, o sea, un aspecto dentro del circo gubernamental del cual nosotrxs siempre nos hemos alejado y que sin duda esta dentro de los valores del sistema (4).
Contaré una anécdota con respecto a esto: Algún día unx compa fue a visitar a un familiar suyo que estaba dentro de un penal, era la primera vez que lo hacia, cuando salió de la visita me contaba que no encontraba diferencia entre el mundo allí adentro y el mundo de afuera, lxs presxs llevan una rutina diaria como afuera la mayoría de la gente, esa rutina es tortuosa, es repetitiva y agobiante, como afuera. Adentro te vigilan las
cámaras de seguridad, te tienen en constante chequeo, igual que afuera. Adentro te “talonean” y si no estas alerta te asaltan, como afuera en los barrios y hasta como en las zonas mas acomodadas. Adentro hay un constante movimiento de drogas igual que afuera. Adentro la policía es mierda, igual que afuera. Estés dentro o estés acá afuera no eres libre, es por eso que esa vieja consigna debe ser vista como una trampa más del sistema y dejarla de utilizar pues no tiene trascendencia en la cambiante realidad.
¿Pero es acaso la lucha anticarcelería un fin? Muchxs lo han visto así, desde los movimientos estudiantiles de los años 60´s y 70´s, hasta ahora con infinidad de organizaciones sociales no solo en México sino en toda América Latina. Las diferentes luchas (históricamente hablando) se han tornado a caminos diferentes centrándose en sus presxs, lo cual ha hecho que sus miradas se enfoquen en lxs que tienen en las cárceles, así paso con lxs de Atenco, su lucha dejo de tener fuerza cuando se centraron en sacar a sus presxs. Lo cual no hay ocurrido con las células de sabotaje de México, hasta parece que les han dado otro “pretexto” (como dirían las autoridades) para continuar atentado contra la paz social. Mantener los ojos puestos totalmente en el apoyo a lxs presxs es lo que quiere el
sistema, pero si hacemos de ésta parte de nuestra lucha en lo cotidiano estaremos rompiendo son ese circulo vicioso. La lucha para solidarizar con lxs presxs no es un fin, es solo un medio. Nosotrxs preferimos manifestar la solidaridad directa con nuestro Apoyo
Total que gritar junto con el rebaño reduccionista la supuesta libertad incondicional.
(1) Pienso que, en un sentido más profundo, decir que algún día seremos
completamente libres, es caer en la no realidad que nos impone el sistema.
Podemos comparar esto con el ejemplo de la salud, pues mientras sigamos
viviendo en un mundo enfermos, mientras el entorno sea enfermizo no
podemos llegar a alcanzar la salud. Es lo mismo con la libertad, no
podemos se completamente libres pues el entorno en el que nos
desarrollamos no es, ni aun estando en el bosque o en un hábitat salvaje,
la libertad y la autonomía nunca se alcanzan al cien y de eso hay que
estar consientes.
(2) Despojarse de esas ideas no el fin en si, sino una pequeña parte del
arduo camino que se tiene que recorrer para atacar el problema de raíz.
Muchxs solo ven que la problemática se centra en el estado-capital, pero
esa también es una pequeña parte del rompecabezas que compone una
complejidad mayor. Y la complejidad mayor se llama sistema tecnoindustrial
de la cual depende por completo del tan mencionado sistema de dominación.
(3) Desde aquí no estoy desestimando la lucha de aquellxs que apoyan a lxs
presxs, que quede claro, solo estoy criticando en un sentido amplio esta
mañosa consigna que nos ha acompañado a todxs aquellxs que tenemos a
algúnx compañerx en una prisión, para que se trascienda y se le de un
sentido mas concreto y objetivo.
(4) Con esto no digo que no hay que apoyar a nuestrxs compas presxs, el
apoyo debe de ser total, tanto emocional como económico, solidarizarnos en
lo mas que se pueda para que así su instancia dentro de la cárcel, aisladx
o en población no se haga tan torturante de lo que ya es.

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