Solidaridad activa con el compañero Luciano Pitronello, Tortuga
Por la expansión de la memoria y la acción
En Chile desde el 2004 aproximadamente, la disidencia anárquica y antiautoritaria ha crecido de forma explosiva. La presencia en calles, barrios, y universidades se ha incrementado de manera indudable, expresando el rechazo a la autoridad, el Estado y el capital.
Es en ese contexto que diversos grupos deciden pasar a la ofensiva declarada e ilegalista contra el Estado. Así se atacan con artefactos explosivos diversas instituciones bancarias, cuarteles policiales, iglesias y centros del divertimento de la burguesía o los desclasados.
Cada ataque es reivindicado mediante comunicados, cuyos nombres recuerdan a luchadorxs que murieron años atrás. Se cuida en cada acción no herir o dañar a cualquier persona ajena a la institución elegida para atacar.
Este hecho no es menor, pues evidencia en la práctica que existe un reconocimiento a cabalidad de quien es y donde se oculta el enemigo y no se lo confunde con cualquiera. Esto demuestra a la larga una proyección de lucha y no el simple deseo de figurar, como ocurre con las derivas militaristas, el fetiche adrenalínico o la acción por el ego.
Así los ataques se suceden, aumentando con los años su osadía y complejidad. El poder se encuentra burlado desde el interior mismo de la panóptica ciudad, por lo que se hará sentir la rabia histérica que suda desde los salones ministeriales.