jueves, 3 de mayo de 2012

Uruguay: Oratoria del acto anarquista del 1º de Mayo en Montevideo


 
Otro año más, otro primero de Mayo nos encuentra como expresión antiautoritaria en la calle. Otro año más el Estado, los medios de comunicación y los tan ilustrados dirigentes sindicales afiliados al PIT CNT han logrado parcialmente borrar el contenido de esta fecha de conmemoración disfrazándola como una “fiesta del trabajo”, donde patrones y empleados alienados se dan las manos para poner una soga más a los explotados, una soga que no se diferencia en nada a la soga que ayer asesinó a los individuos que hoy recordamos.
 
En el día de hoy no sólo recordamos a los tan famosamente recordados mártires de Chicago. También recordamos a los muertos más recientes, a esos anónimos que día a día luchan en cada rincón del mundo por su propia liberación y que no están en ningún libro de historia ni salen en la televisión.
Pero vayamos a la fecha histórica, vayamos a aquel 1886 para recordar también que fueron las ideas anárquicas las que inspiraron a esos individuos a rebelarse contra la opresión y la explotación reinante en ese momento de la historia.

Fueron las ideas anárquicas las que inspiraron y dieron fuerza a los revoltosos del Haymarket. Fue la acción directa violenta la que despertó el sentimiento iracundo de aquellos individuos que sentían que su vida estaba siendo robada. Fueron esos hombres y mujeres los que se dieron cuenta que el trabajo no dignifica en nada la vida, sino que la embrutece y la termina alienando.

La misma ira de ayer es la que hoy hace que los explotados se levanten nuevamente contra ese gigante llamado capitalismo que desgraciadamente desde hace muchos años tiene como aliado a la burocracia, a la aristocracia obrera y al consumo enfermizo del rebaño que hoy conforma esta sociedad.

Desde esta plaza nuestra intención es querer saludar a todos los compañeros de alrededor del mundo que con sus fuerzas, con sus capacidad de organización, con sus actividades, son sus encuentros, con sus bombas, con sus acciones, con su propaganda, con sus libros, con todos los métodos consecuentes no hacen otra cosa que aportar a la lucha por la libertad y realización individual.

Es por esos que nos solidarizamos con los compañeros prófugos y encarcelados por el Estado fascista de Piñera en chile, nos solidarizamos con los compañeros presos en Argentina, con los anarquistas presos en Perú que participan activamente en la resistencia a la minería en la región de Cajamarca. Nos solidarizamos con los compañeros insurreccionalistas en México que recientemente alguno de ellos ha sido encarcelado. Hoy nos solidarizamos con los anarquistas buscados y acusados de terroristas por parte del Estado Boliviano y con el movimiento anarcosindicalista venezolano que sufre las consecuencias de la represión por parte de la dictadura chavista.

También es importante hacer mención sobre la situación de represión que vive el movimiento anarquista en Italia. Allanamientos, secuestro de compañeros y torturas son moneda corriente en ese país en la actualidad, represión que también vive el movimiento en España, en Francia y en otras regiones de viejo continente.
Capítulo aparte es también la situación de represión al movimiento anarquista en Grecia, principalmente a los presos que se identifican con el proyecto Comando Células del Fuego y los compañeros de la organización Lucha Revolucionaria.

También hoy saludamos al preso anarquista Gabriel Pombo Da Silva encarcelado en Alemania, único preso que se planta ante la obligación de trabajos forzados a los que son sometidos los reclusos ya que entiende que trabajar es ser esclavo.

El movimiento anarquista históricamente ha puesto su cuerpo al servicio de la liberación total, liberación que muchas veces no es entendida y compartida por la sociedad.
Corren tiempos difíciles donde muchas veces los explotados forman parte de esa masa cómplice de los gobiernos hambreadores y asesinos.

El año pasado la consigna del afiche que nos convocaba al primero de Mayo hacía referencia a la necesidad de levantarnos, de potenciar nuestra lucha y en ese camino algunos compañeros se pusieron a trabajar. Fue así que se comenzó a trabajar en la denuncia de los tan mencionados megaoperativos en distintos barrios de Montevideo.

Carteleras, afiches y juntadas en plazas para repartir volantes fue parte del trabajo que se realizó en ese momento y ahí estaban los anarquistas, poniendo lo poco que tenemos al servicio de la gente.
Ese trabajo continuo incluso después de la marcha al Ministerio del Interior que terminó con algunos incidentes con la policía y con algún que otro compañero herido de bala. Luego de esa actividad fueron muchas las críticas por parte de algunos individuos que entendieron en ese momento que la reacción ante la represión policial debía de haber sido otra.

¿Yo me pregunto cuál?
Me pregunto cómo se actúa ante el trabajo de Inteligencia que día a día viene desarrollando el Ministerio del Interior a una parte del movimiento anarquista.
Me pregunto cómo se debe de actuar con los comunistas y no hablo solo de los afiliados al PCU que en las marchas en las que muchas veces nos cruzamos no hacen otra cosa que armarnos un cordón de seguridad y fotografiarnos.

Me pregunto cómo debemos actuar ante el señalamiento de algunos individuos que nos identifican como infantilistas cada veces que se produce un choque con la policía o con algún manifestante que quiere que todo se desarrolle en forma normal.

Algunos individuos luego de varias discusiones hemos encontrado respuesta a esta última pregunta.
Y la respuesta es bien clarita. Cada uno por su lado desarrollando el trabajo que cada uno entiende que debe llevar adelante de la forma que mejor entiende debe de ser ese trabajo.

Algunos individuos entendemos que el concepto de unidad que nos quiere explicar el sector denominado como “ultra izquierda” nada tiene en común con nosotros, con nuestros principios y con nuestra práctica. No nos interesa en nada la construcción de estructuras permanentes que se mantengan en el tiempo. No nos interesa nada la unidad a la fuerza ya que entendemos que la unidad por la unidad es parte de la contaminación histórica que ha sufrido la izquierda históricamente. Nosotros no creemos en programas fijos. Si creemos en la acción concreta en la calle, en el centro de estudio, en el lugar de trabajo, pero no en una única línea de acción, no una única forma de hacer las cosas. Respetamos todas las formas organizativas y también queremos que se respete nuestra acción directa cotidiana.

En este último tiempo nos ha tocado charlar con muchos compañeros que se suman a la pelea y lo primero que nos preguntan es a que organización política pertenecemos. Y lo primero que les contestamos es que no pertenecemos a ninguna organización.

Les explicamos que entendemos que la mejor forma de organizarse es bajo el concepto de afinidad, de respeto, de conocimiento del individuo que tenemos al lado nuestro luchando por la misma causa. Y muchas veces esos compañeros nos preguntan si esa forma de organizarse para la acción no es individualista. Y les contestamos que no ya que nosotros no estamos aislados, no nos encerramos en un gueto sino que trabajamos en forma asociativa con nuestros pares dentro de la comunidad social y entendemos también que el individuo puede ser suficiente por sí mismo y que no necesita de una organización con sede, siglas y afiliados para luchar.

Sin ningún miedo podemos afirmar que muchas veces algunos compañeros están confundidos, producto de las condiciones de vida en las que nos toca luchar.

No es fácil luchar con hambre, contando monedas todos los días para poder comer un plato de arroz o de fideos, pero eso no puede dar lugar a confundir el significado real de algunos conceptos teóricos de los cuales aprendemos su significado real cada vez que los desarrollamos en la práctica.

Algunos individuos entendemos que la mejor organización es el movimiento de las ideas en la calle, es la acción directa, es ahí donde hacemos real los conceptos teóricos, es ahí donde las ideas se aclaran, es en la calle donde las ideas se hacen movimiento real. No nos oponemos a los compañeros que se organizan políticamente como anarquistas, esa es su decisión, es su acción práctica luego de una conclusión. No somos nadie para decirle a la gente como se tiene que organizar.

Pero también decimos hoy, que nadie nos debe decir ni obligar a nosotros a organizarnos políticamente como antiautoritarios. Y es necesario también decir que elegimos estar acá, solo en esta plaza, con nuestras contradicciones, con nuestros errores y nuestros aciertos y no en el acto del PIT CNT, no en la explanada de la IMM donde también participaron anarquistas consecuentes.

Pero también debemos decir que en el acto de la explanada participó gente que lo único que quiere es figurar políticamente, jugar al candidato alternativo para las elecciones próximas, canalizar la rabia y acumular fuerzas para ser diputado o cenador. Nosotros elegimos estar acá respetando al individuo bien intencionado que concurrió al acto de la explanada municipal, pero no por eso no podemos dejar de decir que el oportunismo en más de una oportunidad actúa en ese tipo de actividades, se infiltra entre los explotados. Y el oportunismo es el marxismo, es el comunismo, son las ideas fuerza, es la imposición de pensamientos y acción.

De algo podemos estar seguros. Podemos llegar a equivocarnos muchas veces, pero siempre intentaremos estar al servicio de las luchas sin arrepentimientos, desarrollando la acción directa en cada oportunidad. Siempre desarrollando la horizontalidad como forma de acción, siempre aportando a nuestra liberación como individuos, digan lo que digan y hagan lo que hagan siempre estaremos trabajando y fomentando la idea de una sociedad sin gobierno, sin Estado y donde no exista ningún poder, ni poder burgués ni poder popular.

Siempre en la calle, contra toda autoridad y en solidaridad con los que luchan.
¡Viva la anarquía!



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