El día de la detención del compa y luego de ser golpeado por los esbirros
Presentamos
la nueva carta del compañero Nikos Romanos, uno de los 4 anarquistas
que cayeron presos el 1 de Febrero de 2013 por el doble atraco realizado
en Velvedo.
Cuenta atrás
Este texto no contiene
posicionamientos íntegros en torno de los temas que trata. Entrega
públicamente pensamientos, conclusiones y averiguaciones. Su objetivo es
nutrir el pensamiento y el deseo de accionar. Hasta la próxima vez.
A los nuevos compañeros…
Si hay algo que nos desconcierta y nos
pone a pensar, aparte de la privación de nuestra libertad, es la
preocupación sobre si la vida que hemos dado y seguimos dando a la lucha
tocará a algunos en un grado que nosotros deseamos.
Los que deciden que la anarquía no es un
concepto frío y congelado, no es un invento ideológico y no está
contagiada con el microbio de la diplomacia. Nuestra anarquía son
expresiones de una vida auténtica y no esclavizada.
Puedes verla en las llameantes botellas lanzadas contra los
antidisturbios durante las manifestaciones y ataques nocturnos, puedes
verla en los humos de los golpes incendiarios, en los ataques contra los
fascistas y contra todo enemigo de la libertad.
Por lo tanto vosotros, los que la podéis
ver, no se molesten de hablarla sobre las ideologías. Ella no os va a
responder, siente aversión hacia los discursos secos.
El idioma que ella habla requiere la
pasión, la locura, la rabia, la fantasía y el ánimo destructivo. Cuando
os rebeláis violentamente vais a sentir que ella os inunda. Enamorad os
de ella y hagan que sea vuestra. Deshelad el hielo del encierro y
calienten vuestras corazones con el fuego…
…Y ahora hablarán las palabras. Palabras
que no alcanzan a describir nuestras decisiones y contradicciones
armadas. No obstante, incluso así, prometen, evocan y prologan. Palabras
que se vengan por los silencios organizados del mundo moderno cuando
vienen acompañadas por los ruidos de las explosiones de ataques
guerrilleros, de este modo creando un espacio/tiempo liberado al
interior del cautiverio generalizado engendrado por el sistema. Por lo
tanto, en estas momentos no caben moratones o magulladuras para los
noticieros de las 8 de la tarde ni tampoco arañazos para rehuidas
hipócritas. En cada caso los cuerpos de los insumisos siempre
aguantaron, ya sea a las palizas, a los insultos, al encierro o a las
esposas. Y si alguna vez vacilan, no es por las bofetadas y patadas de
los cerdos sino por las miradas sumisas que silenciosamente aceptan su
propia complicidad.
La lástima no tiene lugar, nunca lo tuvo
y nunca tendrá. Sin embargo le gusta posarse frente a la cámara de
televisión provocando preguntas sin contestar en tropas enteras de los
tele-imbéciles que jamás en su vida se preguntaron qué es lo que de
hecho pasa en las tinieblas de la oscuridad con esos desconocidos
protagonistas cotidianos, con los parias del margen social. En cuanto a
la gente nuestra, la apuesta por la destrucción de lo existente y por la
rebeldía existencial sigue abierta para todos cuyos corazones
sangrantes se queman con la llama de la resistencia.
La opción de atraco al banco y sus extensiones
Viene el turno de las opciones. Serán
analizadas, se volverán claras y comprensibles, crearán canales de
comunicación entre el abordaje dialéctico y la crítica revolucionaria.
¿El objetivo? Ser apropiadas por cada vez más compañeros que las juzgan
como fructíferas y eficaces prácticas de lucha anarquista.
Para mí, los atracos a bancos constituyen
una siempre válida opción de los revolucionarios, además una opción que
“abre” muchas posibilidades. En primer lugar te libera de los
tentáculos del trabajo asalariado y de los convenios que este supone. De
esta manera se libera el tiempo de tu cotidianidad, ofreciéndote la
opción de que te entregues a tus pasiones. Allí donde termina la
destrucción de la alegría comienza la alegría de la destrucción. Al
mismo tiempo los atracos a bancos son también un medio necesario para
financiar las multiformes infraestructuras de la lucha anarquista y eso
con el dinero expropiado del enemigo. Hablamos sobre el apoyo a los
proyectos anarquistas, a los compañeros prisioneros y a las
infraestructuras guerrilleras. Al mismo tiempo constituyen una oposición
directa contra el moral social del trabajo asalariado y contra los
papeles sociales que reproducen el mundo capitalista.
Por supuesto, ninguna praxis por sí
misma tiene carácter revolucionarias. Es el sujeto quien mediante su
discurso, sus motivaciones y sus intenciones le da sentido a la praxis y
luego la dirige contra los objetivos que él mismo determina. En mi
caso, el rechazo al trabajo es una parte de esta opción específica. Por
otra parte se trata de ayudar económicamente a la acción directa
anarquista y atacar el Estado y el capitalismo tras la guerrilla urbana
anarquista.
Respecto a la guerrilla urbana anarquista
El medio que es la guerrilla urbana
anarquista constituye una de las herramientas útiles que todo anarquista
tiene en su “arsenal”. Una confrontación armada dirigida contra la
Dominación, confrontación que cuestiona en la práctica tanto al
monopolio estatal de la violencia como también a la ficticia necesidad
de un levantamiento de masas para que actuemos. La acción guerrillera
demuestra que el sistema está atacado y el mito de su omnipotencia puede
derrumbarse junto a la faz de la máquina invulnerable. Causa al enemigo
heridas mortales y además constituye un mensaje insurrecto y una
invitación abierta para asumir la acción contra la opresión. En un nivel
personal, no dejas a sí mismo someterse o agachar la cabeza frente a la
fuerza del sistema sino te armas y le atacas. Riesgos, decisiones y
consecuencias se evalúan según criterios políticos y personales y luego
te llevan a elegir. Combates por la destrucción del sistema o te rindes a
sus subsidios. Una elección que camina al mismo paso con la evolución
cualitativa de la lucha anarquista. Esto significa que tenemos que
deshacernos de ese populismo político que está floreciendo dentro de los
círculos que luchan contra el régimen. Digamos las cosas con claridad,
así como están. Estamos en guerra con el sistema, tenemos muertos,
aprisionados, cazados. Nada de esto puede ni debería decirse de manera
agradable, para así acariciar a los oídos de “los oprimidos”. Tiene que
decirse así como es: un puñetazo en nuestro estomago que les debemos
devolver en la jeta.
A todos quienes niegan que existimos, los
que rehuyen conectar sus pequeños politiqueos con la multiforme lucha
anarquista y en vez de eso están sueñan con las luchas “autoorganizadas”
que se llevan a cabo sin verter sangre y con los paraísos “después del
capitalismo”: si les conocimos ya nos hemos olvidado de ellos.
Unas pocas palabras sobre el aburrimiento organizado actual
Vivimos en una época en que los
contratos sociales son entregados a las llamas de la expansión
neoliberal. Por consiguiente, el Estado de bienestar y sus subsidios
sociales se encogen ante el avance de los gigantes multinacionales.
La punta de la civilización, el complejo
tecnoindustrial, está consolidando su dominación. El nuevo orden de las
cosas precisa tener un dios que será proclamado como el salvador de la
humanidad. Su nombre es la ciencia. Una autoridad que no puede ser
cuestionada por los simples mortales, mientras que su aceptación social
prepara, sin verter sangre, el control total. La aplicación de nuevas
tecnologías, la desarrollada estructura tecnológica del Estado que va
abandonando su burocracia de tiempos pasados, el deseo de la sociedad de
estar controlada voluntariamente y de forma masiva, todo eso es sólo un
sabor del totalitarismo civilizado. Mediante la propaganda dominante
los crímenes que la ciencia comete a diario se embellecen. Con el
pretexto de aliviar el nivel de vida y la asistencia médica. Los
protectores de la vida exaltan su valor vestidos con uniformes de la
hipocresía. Por cierto, cuando lo juzgan necesario dejan sus máscaras,
van matando en nombre de su dios (dinero) y declaran las cruzadas
modernas.
Las teorías deterministas se desmoronan,
ya que a pesar del desangramiento económico que sufre la población, la
gente sigue atada a sus cohibiciones, sus miedos, sus logros (cada vez
más reducidos). Cautivos de un sistema de que dependen materialmente,
psicológicamente y espiritualmente. Por lo tanto, el aguante crece y la
humillación continua. En las colas de oficinas de empleo, en los
comedores de la iglesia, en los despachos de los jefes, en la refinada
caridad de las campañas humanitarias promovidas por los medios de
comunicación de masas.
Una humillación que ofende a la dignidad
humana, y eso mientras que los gestores del percal político se jactan
de los logros y del humanismo de la democracia.
El ser humano moderno no elige,
simplemente sigue las elecciones de los demás. No se preocupa, deja que
otros lo hagan por él. No tiene voz y además prefiere oír las voces de
los demás. No toma armas, a lo mejor simplemente se indigna. No vive,
simplemente se persuade a sí mismo que el mundo virtual de las pantallas
y de los anuncios publicitarios es su vida.
Las pantallas de la civilización moderna
presentan los modelos de personas y los artículos ideales, de esta
manera reduciendo la distancia que hay entre esos dos. Personas,
artículos y máquinas se vuelven uno en el torbellino del control que
sigue expandiéndose.
La singularidad del individuo deja de
existir y en vez de esto se identifica con la mediocridad que asume la
responsabilidad por el silencio. Por el silencio que asesina sonriendo,
ahogado entre las mercancías del paraíso consumista, las comisarías, las
cárceles, los campos de concentración, los psiquiátricos, aquí mismo,
en los países “desarrollados” de la periferia capitalista.
La opinión pública, esa construcción
sistémica carente de voluntad propia, se acomoda con sus costumbres
ordinarios y se pasea por las camas de los jefes. Pues, las opiniones
vacías no son susceptibles a las correcciones ideológicas. Además cuanta
ideología no rociarías encima, la mierda sigue siendo mierda.
Para las personas que a pesar de la
presión actual asumen el riesgo de luchar y de enamorarse
apasionadamente, el ataque jamás va a caber en los moldes ideológicos
para volverse agradable y justo.
Rastreando las experiencias de las
luchas pasadas, descubriendo los puntos que nos conectan con otros
luchadores, fortalecemos las barricadas de hoy y construimos la
perspectiva revolucionaria de mañana.
Creamos las comunidades de lucha combativas que llevarán a cabo la lucha frontal contra el Estado y el capitalismo.
Creamos relaciones anarquistas entre nosotros, viviendo y promulgando la anarquía de la libertad salvaje en el tiempo presente.
Nos atrevemos y seguiremos atreviéndonos.
¡10, 100, 1000 células revolucionarias contra la Dominación y la subyugación de masas!
¡TODO POR LA LIBERTAD!
¡VIVA LA ANARQUÍA!
“En el punto donde el dolor no llega.
En el punto donde las tormentas celestes se juntan con las tempestades del mar.
En el punto donde la esperanza despide las lágrimas y una sola promesa basta.
En el punto donde las manos sudados por la ansiedad tocan las caras sonrojadas que eternamente esperan a aquel “algo”.
En el punto aquello nos encontraremos de nuevo.
Y si queda algo más para decir: que seamos consecuentes.”
Mis saludos compañeristas más
calurosos a todos los anarquistas que no se rinden y siguen apostando
por la subversión. A los compañeros que optan por golpear el Estado y el
Capital de manera anónima, a los que escogen un nombre para llamar su
rebeldía, a las células de la Federación Anarquista Informal/ Frente
Revolucionario Internacional (FAI/FRI) que continúan el ataque difuso.
A todos nuestros hermanos y hermanas
prisioneros en cada rincón del mundo, los y las que por las noches miran
las estrellas entre las rejas y alambradas.
Postdata 1. Un poquito antes que salga
este texto me informaron sobre la huelga de hambre del compañero
anarquista Kostas Sakkas que reclama su liberación inmediata. Dentro de
poco se publicará un texto de solidaridad respecto a la lucha que lleva a
cabo el compañero.
Postdata 2. Con mi mirada fijada en las llameantes suburbios del Estocolmo y en las barricadas de fuego en Turquía.
Nikos Romanos C
Cárcel de Avlona
Junio de 2013
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