martes, 31 de agosto de 2010

Bicentenario, 200 años de injusticia, explotación y mentiras



Este 2010 los patrones están de fiesta, celebran que hace 200 años,
por allá en 1810, empezó la guerra y expulsaron a los españoles de
estas tierras, utilizando al pueblo como carne de cañón en una lucha
por el control del comercio y la principal riqueza de la época:
la tierra. Una vez en el poder escribieron la ley a su antojo
(Constitución), crearon símbolos patrios, banderas, la canción
nacional y otras patrañas para hacer nos creer que aquí en
Chile todos/as somos iguales ante la ley y que como ciudadanos/as
tenemos los mismos derechos y deberes.
Debemos abrir los ojos y darnos cuenta que la historia que nos han
contado es falsa, cuando niños/as en la escuela nos llenaron la cabeza
de cuentos, héroes, batallas y victorias de la patria, pero que en
realidad fueron parte de lo que en este fundo llamado Chile han hecho
y deshecho los patrones. Durante toda la historia, los ricos han
gobernado sin la opinión ni participación del pueblo, la gran masa
trabajadora sólo ha sido llamada para formar parte de su ejército, que
combatió primero contra los españoles (en 1810) para que los ricos
terratenientes se repartieran las mejores tierras del país a su antojo,
luego para masacrarse con peruanos y bolivianos en la Guerra del
Pacífico (en 1880), que sirvio de excusa para la "unidad nacional",
cuando en realidad fue una guerra motivada por los intereses
económicos que los patrones tenían en el salitre, valioso elemento que
se encontraba en tierra peruana y que enloqueció a los burgueses que
iniciaron una guerra en la que nuevamente utilizaban al pueblo como
carne de cañón.
Los muertos los cargó el pueblo... las riquezas tranquilamente
a las manos de los ricos de Chile y de los inversionistas ingleses.

Fue el mismo ejército el utilizado en la masacre del pueblo mapuche
que por esos años veía como sus tierras eran regaladas a los
empresarios extranjeros. Para esa época (comienzos del 1900)
el país sufría importantes cambios, grandes masas de campesinos
llegaban a las ciudades con la esperanza de un mejor futuro. La actividad
comercial en los puertos (Talcahuano, Valparaiso e Iquique) y
la industria minera (Coronel, Lota,ç y el norte salitrero) atraía a los
campesinos/as que sólo enconraban explotación, bajos sueldos,
cesantía y miserias por montón.

Los grandes movimientos sociales y populares aparecían en
la historia de Chile reclamando mejoras laborales, justicia y
la participación del pueblo. En todas las huelgas y motines de
aquel periodo, el Estado intervino a favor de los patrones,
reprimiendo y asesinando a los obreros que alzaban la voz.
La matanza de la Escuela Santa María en Iquique (1907), donde
cerca de tres mil personas fueron masacradas por el ejército, es
prueba dela construcción del país en estos 200 años.

La organización popular motivó a que el Estado atendiera las
demandas básicas del pueblo, creando escuelas, hospitales y leyes
laborales, como la jornada de 8 horas. Pero la explotación y las
injusticias no se detevieron. La masiva creación de grandes
empresas en Santiago y Concepción, por allá en 1930, atrajo
a miles de personas que dieron forma a las ciudades al asentarse
en las periferias con las ocupaciones de terrenos, nacián así
muchas de las poblaciones que actualmente habitamos.

La organización por las mejoras sociales hizo que desde la
población y desde el sindicato se peleara por la justicia social que
nunca llegaba. Para el año fatal de 1973, el pueblo se encontraba
fuertemente organizado, los/as obreros/as, pobladores y
estudiantes habían creado en este largo andar una sólida
conciencia de clase que tenía como norte una sociedad más justa.
Nuevamente fue necesario que las botas militares reprimieran
brutalmente al pueblo, única forma de imponer el injusto sistema
neoliberal que desde esa fecha nos mantiene como esclavos de
las grandes empresas, las deudas y las tarjetas de crédito.

Nuestra invitación es a pensar este Bicentenario de forma
crítica al discurso de los poderosos, reflexionando cómo ha sido
posible que en un país con tantas riquezas
(agrícola, mineral, forestal, pesquera, etc.)
viva un pueblo tan pobre.




Sola la lucha nos hará libres !

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